martes, 16 de marzo de 2010

REPETICIÓN DE TÉRMINOS O EXPRESIONES.

Dentro de una perícopa, la repetición de términos, que pueden ser idénticos, sinónimos o equivalentes, señala su importancia. Veamos algunos casos:

En la perícopa del paralítico (Mc 2,1-13) se repite cuatro veces el término "camilla" (2,4.9.11.12) y otras cuatro el término "pecados" (2,5.7.9.10); este paralelo muestra que el estado de parálisis, representado por la camilla, es consecuencia de "los pecados", de las injusticias que pesan sobre los hombres. Por otra parte, el número cuatro de los portadores indica que éstos representan a toda la humanidad no judía.

Se notará que en la perícopa del banquete en que está Jesús con los discípulos y los "pecadores" o "descreídos" (Mc 2,15-17), este término aparece también cuatro veces (2,15.16.17), en paralelo con las cuatro menciones de "los pecados" en la perícopa del paralítico. Con este recurso Mc pone en conexión los dos episodios: la humanidad pecadora recibe vida de Jesús (paralítico que anda) y entra a formar parte de la nueva comunidad (banquete).

En el episodio del geraseno se mencionan tres veces "los sepulcros" en pocas líneas (Mc 5,2); pero, además, usando dos palabras diferentes, aunque parecidas. En consecuencia, no se puede pasar por alto el hecho de que el poseído habitase en los sepulcros: ha de tener un significado importante.

En el episodio de la hija de Jairo, este personaje es introducido como "un jefe de sinagoga de nombre Jairo" (Mc 5,22), pero, en el resto de la narración no vuelve a mencionarse el nombre, mientras el apelativo de función, "el jefe de la sinagoga", se repite tres veces (5,35.36.38); finalmente se llama "el padre" de la chiquilla, que aparece junto a "la madre" (5,40). La repetida mención del cargo ha de ser tenida en cuenta, pues señala el aspecto dominante de la relación entre el personaje y "su hija" antes de la intervención de Jesús.

En la perícopa qu expone la muerte de Juan Bautista por obra de Herodes (Mc 6,14-29), el título de "rey" (impropio, porque Herodes era sólo tetrarca) aparece en 6,14 acompañado del nombre ("el rey Herodes"); luego se habla seis veces sólo de "Herodes", sin título alguno (6,16-22). Contrastan con esto las cuatro veces en que se menciona el título sin que lo acompañe el nombre propio (simplemente "el rey": 6,22-27). Se ve que en la primera parte de la narración Herodes actúa más como persona particular; en la segunda, en cambio, como figura del poder.

En la perícopa de la travesía del lago después del primer reparto de panes (Mc 6,47-53) se repite la frase "andando sobre el mar" referida a Jesús. Se subraya así la importancia del dato; de hecho, ya se ha visto que este detalle contiene una alusión al libro de Job, por la que se afirma la divinidad de Jesús.

En las perícopas del sordo y del ciego se descubre que en cada una de ellas se designa el órgano de la audición o de la visión, respectivamente, con dos términos: uno el usual o anatómico, por así decirlo (Mc 7,33: "las orejas"; 8,25: "los ojos"); el otro, de sentido metafórico (7,35: "los oídos"; 8,23: "la visión"). Esta innecesaria diferencia de términos insinúa que el sentido rebasa el literal.

En el Evangelio de Juan se menciona dos veces que los panes repartidos por Jesús eran "de cebada" (Jn 6,9.13). El dato es importante, pues en él se basa la alusión a Eliseo. De modo parecido, en Jn 20,1-10 se menciona nueve veces "el sepulcro". Esta insistencia hace ver que la idea que dominaba a los visitantes era la de encontrar a Jesús muerto.

El empleo de este recurso es frecuente en los evangelistas y no hay que pasarlo por alto al leer los textos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario