viernes, 24 de septiembre de 2010

BODA.

a) La relación de Dios con el pueblo, presentada primariamente como alianza o pacto bilateral (Éx 19 y 24; cf. Dt 29 y 30; Jos 24), se expresó en los profetas con el símbolo conyugal, subrayando el mutuo amor y fidelidad (Is 49,14-26; 54; 62; Jr 2; Ez 16). El fracaso de la alianza llevó a la idea de una nueva alianza definitiva (Jr 31,31-34; 33,14-22; Ez 36,20-32).

b) En esta relación, Dios tenía el lugar del Esposo. En la nueva alianza, esta función divina se atribuye al Mesías, Jesús (Mc 2,19s par.; Jn 3,28s). En relación con el papel del Esposo está la designación de Jesús como "varón/hombre adulto" (Jn 1,30) y el simbolismo de la expresión "quitar la sandalia" (Mc 1,7 par.; Jn 1,27). Alegría de Juan al escuchar la voz del Esposo (Jn 3,29, cf. Jr 33,10s). Fecundidad de la nueva alianza (Jn 3,30. Prefiguración nupcial (Jn 12,3); boda definitiva (Jn 20,6).

c) En Jn, la boda de Caná es figura de la alianza antigua, a la que pertenece la madre de Jesús, pero no él ni sus discípulos (2,1s). La madre representa al pueblo fiel a la antigua alianza; hace notar a Jesús la falta de vino/amor (2,3), esperando que el Mesías ponga remedio a la situación. Jesús anuncia la inauguración de una nueva boda-alianza, en la que él dará el vino del amor/Espíritu (2,4).

BETANIA.

I. En Mc, junto con Betfagé (11,1) es una aldea cercana a Jerusalén; es tipo de "la aldea" (8,23.26; 11,2), figura del pueblo ideológicamente sometido a las instituciones ("la ciudad", Jerusalén, 11,19), y enfrentado al mensaje de Jesús /11,2). Con el mismo significado, en 14,3, donde los discípulos muestran frofesar los principios del judaísmo (cf. Mt 26,6). En Lc, la ascensión tiene lugar cerca de Betania (24,50).

II. En Jn, el nombre "Betania" designa a: a) el lugar donde Juan bautizaba (1,28; cf. 10,40); b) la aldea de Lázaro, Marta y María (11,1.18), y c) en relación con esta última, el lugar donde se celebra la cena en honor de Jesús, dador de vida (12,1). En tres pasajes, es el lugar donde existe la comunidad de Jesús:

a) 10,40-42, cuando Jesús realiza la segunda etapa simbólica de su éxodo, "al otro lado del Jordán" (alusión a Josué); cf. 6,1: "al otro lado del mar" (alusión a Moisés). Jesús se hace centro de atracción fuera de los límites de Israel (10,41s).

b) 11,18, la Betania cercana a Jerusalén, históricamente bien atestiguada, lugar de una comunidad de discípulos (11,2: hermanos) que no han roto con las instituciones judías (11,19).

c) 12,1, sin localización precisa; lugar de la comunidad de Jesús que ha renunciado a las categorías del pasado al percibir el amor de Dios que comunica vida definitiva (11,40: la gloria).

En a) y c) representa la tierra prometida, fuera de la institución judía, punto de llegada del éxodo del Mesías. Símbolo equivalente es "la tierra" (6,21; 21,8.9.11).

sábado, 4 de septiembre de 2010

BAUTISMO.

I. "Ser sumergido" por las aguas, expresión metafórica e la muerte (Mc 10,38s; Lc 12,50; cf. Sal 18,5,6).

II. Juan Bautista exhorta a un bautismo o inmersión, símbolo (morir a un pasado) del arrepentimiento y enmienda (Mt 3,11), que obtiene el perdón de los pecados/injusticias (Mc 1,4); la respuesta en masa y el bautismo público hacen patente el descontento existente en la sociedad judía. Jesús se hace bautizar por Juan (Mt 3,13 par.), aprobando el movimiento suscitado por éste; su bautismo expresa su amor a la humanidad, que se propone sacarla de su situación de opresión e injusticia y fundar una sociedad humana justa y libre, aun a costa de su vida (muerte en el futuro) (Mc 1,9; cf. 10,38s).

Respuesta divina al compromiso de Jesús: el Espíritu (Mc 1,10 par.) y la voz del Padre (Mc 1,10 par). En Jn, Jesús, o más bien sus discípulos, bautizan para que continúe viva la manifestación pública de descontento comenzada por Juan Bautista (Jn 3,22.26; 4,1s). El bautismo propio del Mesías es el del Espíritu (Mt 3,11 par; Hch 1,5.8; 11,16); mientras no haya efusión del Espíritu no hay bautismo cristiano (Hch 10,48).

Pablo no considera misión suya bautizar, sino predicar (1 Cor 1,17). Algunos en Corinto se bautizaban por los difuntos (1 Cor 15,29), con la creencia de conseguir para ellos la resurrección.

III. El Espíritu recibido en el bautismo crea un "hombre nuevo" (Ef 4,24; Col 3,10; cf. Gn 1,26); es un "nuevo nacimiento" (Jn 3,3; cf. 1 Pe 1,3.23); se nace a una vida nueva, alejada del pecado (Rom 6,4; 1 Jn 3,9); une al destino de Jesús, a su muerte y resurrección (Rom 6,3s; Col 2,12s); es muerte a la Ley (Rom 7,1-6) y a lo elemental del mundo (Col 2,20), iluminación (Heb 6,4); consagra y rehabilita al hombre (1 Cor 6,11; cf. Tit 3,5); es compromiso con Dios, que salva (1 Pe 3,21); vincula (1 Cor 10,2) o incorpora a Jesús Mesías (rom 6,5) y hace miembros de su cuerpo (1 Cor 12,13; Gál 3,28), que es la comunidad, la Iglesia (Ef 1,22s; Col 1,18).