lunes, 8 de marzo de 2010

EVANGELIO DE MARCOS. DIFICULTADES TEXTUALES.

De los evangelios ha quedado constatada su coherencia, pero se tropieza en seguida con dificultades. El evangelista las pone adrede para indicar la existencia de un sentido figurado.

COHERENCIA DE LOS EVANGELIOS:

Hoy en día, gracias a estudios metódicos, los comentaristas recientes están de acuerdo en que Mc es una obra fuerte y hábilmente estructurada. Véase, por ejemplo, la opinión de J. Lambrecht sobre la composición del difícil capítulo 13 de Marcos: "...a la luz de esta multiplicidad y de esta convergencia (de indicios literarios) nos parece que no es posible evitar esta conclusión: Marcos ha estructurado a fondo su cap.13; lo ha compuesto consciente e intencionadamente; él es sin discusión "autor y escritor" en el sentido pleno de la palabra. Evidentemente, ha utilizado materiales, ha elaborado sus fuentes. Pero el discurso, su disposición, el efecto pretendido y obtenido por la estructura, la articulación elaborada con tanto arte y finura, en una palabra: la unidad "estructurada", debe atribuirse, según toda verosimilitud, al evangelista, es decir, al escritor" "La structure de Marc 13", en I. de Potterie, De Jésus aux Évangiles, Gembloux-Paris, 1967, p.162.

De modo parecido, R. Pesch: "El breve golpe de vista sobre la estructura del discurso escatológico muestra a Mc 13 como una creación llena de arte y efecto. Un análisis más penetrante, como el que viene expuesto en los capítulos siguientes, no puede más que reforzar esta impresión". Nahertwartungen. Tradition und Redaktion in Mk 13, Düsseldorf, 1968, p.82.

Y S. Sandmel, también a propósito de Mc 13: "Una creación estudiada y hábil".
Prolegomena to a Commentary on Mark, en JBR, 31 (1963), p-299.

Por su parte, J. Smit Sibinga descubre una perfecta estructura en la perícopa del hombre con el brazo atrofiado (Mc 3,1-7a). "Text and Literary art in Mark 3,1-6", en J.K Elliot (ed.), Studies in Nex Testament Language (Hom. a G.D. Kilpatrick), Leiden, 1976, pp. 357-365.

Más en general, J. Delorme se expresa así: "Hoy se reivindica para los evangelistas el título de autores, y se insiste por una parte sobre la unidad de la obra que se ofrece a nosotros; por otra, sobre la calidad personal, refleja, del trabajo del responsable de esta unidad". "Aspects doctrinaux du second Évangile. Êtudes récents de la rédaction de Marc", en De Jésus aux Évangiles, Paris, 1967, p.74.

No habían faltado opiniones parecidas en los años anteriores. Así, A. Ferrer: "El Evangelio es un genuino acto de pensamientos, profundamente coherente y complejo". "A Study in St. Mark, Westminster, 1951, p.7.

A Richardson: "Los estudiosos ya no se inclinan a imaginar a San Marcos como un mero archivador un tanto estúpido, sino que le consideran un intérprete muy profundo y hábil del material evangélico" "The Feeding", 144.

A) DIFICULTADES TEXTUALES.

Pero, una vez constatada la coherencia de los evangelios, se tropieza en seguida con dificultades.

1. EN MARCOS.

PRIMERA DIFICULTAD: Si decimos que Marcos es cuidadoso en la composición de su obra, ¿cómo es que en su Evangelio se descubren incongruencias narrativas y el uso de términos impropios?

Comparemos, por ejemplo, el modo de hablar de dos poseídos: el primero, el de la sinagoga de Cafarnaún (Mc 1,21b-28); el segundo, el del territorio de Gerasa (Mc 5,2-20). En ambos casos se trata de "un hombre poseído por un espíritu inmundo" (1,23; 5,2); en uno y otro caso, el individuo dirige a Jesús una protesta formulada en los mismos términos: 1,23: "¿Qué tienes tú contra nosotros?"; 5,7: "¿Qué tienes tú contra mí?" Pero al leerlas, uno se pregunta por qué en el primer caso el poseído, que es un individuo singular (1,23: "Había en la sinagoga de ellos un hombre") se expresa en plural ("contra nosotros"), mientras en el segundo, el individuo que dice llamarse "Legión" (5,9) lo hace en singular ("contra mí").

En otro pasaje, un leproso se acerca a Jesús (Mc 1,39-45); el texto no indica el lugar (ciudad o pueblo) ni se menciona local alguno o casa donde se verifique el encuentro. Sin embargo, después de haberlo "limpiado" (no se usa el verbo "curar"), Jesús le regaña y lo "echa" o lo "saca fuera". Puede preguntarse, ¿por qué le regaña? y ¿lo saca fuera de dónde, si no se ha dicho que estuviesen dentro de ninguna parte?

En la perícopa del paralítico (Mc 2,1-13), se descubre el uso de un término impropio: 2n 2,4, se dice literalmente "destecharon el techo donde estaba"; ahora bien: Jesús no estaba "en un techo", sino "bajo un techo" (cf. Lc 7,6: "bajo mi techo"), en la habitación de la casa (Mc 2,1: "en casa"). ¿Se trata de una distracción del evangelista?

A continuación, las palabras de Jesús al paralítico se introducen de la manera siguiente: "Viendo la fe que tenían (lit.: "la fe de ellos", los portadores), le dice al paralítico: "Hijo, se te perdonan tus pecados." Si el perdón de los pecados es efecto de la fe, la frase es incongruente; Jesús debería haberse referido no a uno solo, sino a "los que tenían fe". ¿Nueva distracción del evangelista o recurso para indicar un sentido figurado?

Comparando dos escenas situadas en una sinagoga (Mc 1,21b-28; 3,1-7a) se observa que en la primera aparece un público que queda desconcertado ante la expulsión del espíritu inmundo (1,27). En la segunda, en cambio, el único personaje presente, aparte de Jesús y los fariseos, es el hombre del brazo atrofiado (3,1); no aparece otra gente que sea testigo de la curación ni, por tanto, más reacción que la de los fariseos mismos. ¿Cómo es que, al contrario de lo que se describe en la escena anterior, no hay en la sinagoga otras personas en día de precepto?

En el episodio de la tempestad (Mc 4,35-5,1), Jesús se dirige al viento/mar diciéndole (4,39): "¡Silencio, estáte callado!" Ya es curioso que imponga silencio al mar, que no habla, en lugar de ordenarle directamente que se calmase. Pero lo más notable es que se dirige al mar en los mismos términos en que se había dirigido a un poseído (1,25: "¡Cállate la boca!"). ¿Qué tiene que ver una tempestad con una posesión diabólica para que se le conmine de la misma manera?

La mujer con flujos (Mc 5,24b-34) lleva doce años enferma (5,25), detalle al parecer supérfluo, pues no influye nada en el desarrollo de la narración; bastaba decir, "muchos años enferma". Pero lo más curioso es que poco más adelante se dice que la hija de Jairo tiene "doce años" de edad (5,42). Todo el tiempo de la vida de la niña ha estado enferma la mujer. ¿Quiere decir algo esta coincidencia o es un juego de Marcos?

¿Por qué relatan Marcos y Mateo dos repartos de pan a ciertas multitudes (Mc 6,35-46; 8,1-9; Mt 14,13-21; 15, 32-39), mientras Lucas y Juan relatan sólo uno (Lc 9,10-17; Jn 6,1-14)?

Cuando Jesús cura a un sordo (Mc 7,32-37), ¿por qué dice primero que es tartamudo (7,32) y al final se comenta que "hace oír a los sordos y hablar a los mudos"? Claramente no es lo mismo decir "mudo" que "tartamudo".

En el episodio del ciego de Betsaida (Mc 8,22b-26), Jesús, para darle la vista (no se habla de "curar"), lo saca de la aldea (8,23), pero cuando ya ve le dice que se vaya a su casa, prohibiéndole terminantemente entrar en la aldea. Pero ¿dónde podía estar la casa del ciego si no era la aldea de donde lo había sacado?

Cuando Jesús se acerca a Jerusalén, se nombran dos aldeas: Betfagé y Betania (Mc 11,1). Jesús envía a dos discípulos y, sin más aclaración, les dice: "Id a la aldea que tenéis enfrente" (11,2). ¿A cuál de las dos?

En el dicho parabólico de Mc 13,33 se dice: "Es como un hombre que se marchó de su país: dejó su casa, dio a los siervos su autoridad - a cada uno su tarea, etc -". No se explica cómo deja la casa antes de dar la autoridad y repartir la tarea. Lo lógico sería el orden inverso.

Después de la eucaristía dice el texto: "Y después de cantar, salieron para el monte de los Olivos" (Mc 14,26). Sin embargo, adonde llegan es a una finca llamada Getsemaní (14,32), sin más mención del monte.

Cuando prenden a Jesús y todos los discípulos huyen, aparece (sólo en el Evangelio de Marcos) que un enigmático joven, envuelto en una sábana, acompañaba a Jesús (Mc 14,15s). ¿Qué pinta en la escena ese personaje con tan extraño atuendo?, ¿cómo es que acompaña a Jesús; que había ido a Getsemaní solamente con sus discípulos? Los esbirros intentan prender al joven, pero éste, dejando la sábana, se escapa desnudo. ¿A qué viene esta anécdota aparentemente tan trivial en un momento tan trágico?

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