lunes, 8 de marzo de 2010

ALUSIONES A PASAJES DEL ANTIGUO TESTAMENTO.

A) EN MARCOS.

En Marcos, las alusiones al AT son numerosas y están colocadas a veces de manera que ponen en evidencia la estructuración realizada por el evangelista. Al mismo tiempo, introducen de lleno en el sentido de las perícopas. De hecho, si no se tienen en cuenta las alusiones a pasajes del AT, es difícil interpretar adecuadamente muchos relatos de Marcos.

Así, por ejemplo, puede considerarse muy probable que el propósito de Jesús de hacer "pescadores de hombres" (1,17) se inspire en Ez 47,1-12 (LXX9, donde se describe el río de aguas vivificantes que sale del templo, sube hasta Galilea, llega hasta Arabia y desemboca en el océano, llevando vida adondequiera llegan sus aguas. En la orilla de ese río "habrá pescadores" (47,10).

La probabilidad de esta alusión se convierte en certeza cuando en el colofón de la primera sección (Mc 3,7b-12) se utiliza la expresión "una enorme muchedumbre" / "una muchedumbre enorme" (3,7b.8) para denotar las multitudes judías y paganas que acuden a Jesús. Es precisamente la expresión que usa el mismo pasaje de Ez 47,10 para designar la muchedumbre de peces que poblarán el río. Son entonces esas multitudes desamparadas que ponen su esperanza en ´Jesús los hombres que habrán de pescar los pescadores. Nótese que en esta perícopa Jesús no cura a los enfermos ni expulsa a los espíritus inmundos. Esto será tarea de sus seguidores, a los que se propone hacer "pescadores de hombres".

La alusión a Ezequiel, dividida entre la primera y la última perícopa de la primera sección del evangelio (Mc 1,16-21a; 3,7b-12), que queda así enmarcada por el tema de la pesca, revela la exactitud con que el envangelista la ha compuesto y estructurado, explicando al mismo tiempo el sentido y alcance de la pesca de hombre.

Naturalmente, aunque Marcos alude a pasajes del AT, adapta su contenido a la nueva situación creada con Jesús. Esto se ve en el caso del ya citado río vivificante que sale del templo, según Ez 47,1-12. No es ya del templo, sino de Jesús mismo, el que comunica el Espíritu, de donde sale el agua vivificante.

Un caso diferente se encuentra en la selección de vocabulario que hace Marcos en el dicho que suele traducirse: "No necesitan médico los sanos, sino los enfermos" (2,17). Sólo que Marcos no utiliza los términos ordinarios para "sano" (gr. hygiés) y "enfermo" (asthenés), sino que usa "los que son fuertes" (hoi iskhyontes) y "los que se encuentran mal" (hoi kakôs ékhontes).

Ahora bien: el primero aparece en seis pasajes de Isaías (LXX) para designar a los que en el pueblo gozan de una posición de fuerza. El segundo se encuentra en Ez 34,4 LXX, para describir la situación de las ovejas/pueblo que sufre ante la indiferencia de sus dirigentes ("No curáis a las que se encuentran mal").

El dicho adquiere así un claro contenido social: "No sienten necesidad de médico (de remedio) los que son fuertes (los que están en posición de fuerza), sino los que se encuentran mal (los que viven en condiciones insoportables)."

Otra alusión a un texto profético aclara la convocación de los Doce (Mc 3,13-15). Se trata de Jl 3,5 LXX: "Porque en el monte Sión y en Jerusalén habrá supervivientes - como lo dijo el Señor - y mensajeros de buenas noticias, los que el Señor ha convocado."

Los paralelos entre este pasaje y Mc 3,13-15 son claros: En Marcos, Jesús "sube al monte", Joel coloca la escena "en el monte Sión"; Jesús "convoca a los que él quería", lo que está en paralelo con el texto de Joel; "los que el Señor haya convocado"; Jesús va a "enviarlos" a predicar/proclamar", en paralelo con Joel: "mensajeros de buenas noticias".

Pero Marcos adopta la imagen profética: Jesús "sube al monte", pero éste no es ya el monte Sión, sino un monte no localizado; la proclamación de la buena noticia que se propone confiar a los Doce no está limitada, por tanto, al pueblo judío.

En la travesía que sigue el primer episodio de los panes (Mc 6,47-53) aparece dos veces (señal de su importancia) la frase "andando sobre el mar", con sujeto Jesús (6,48.49). Ahora bien: según un pasaje del libro de Job, "andar sobre el mar" es privilegio divino (Job 9,8: "Sólo él despliega el cielo y camina sobre el dorso del mar"). Marcos lo aplica a Jesús, el Hombre-Dios, indicando, por tanto, con esa frase la manifestación de su condición divina.

Ya se ha estudiado las figuras del sordo y del ciego, donde las interpretaciones depende precisamente de la alusión a pasajes del AT: a Is 35,5 para el sordo, a Jr 31,32 para el ciego.

En la escena de la transfiguración (Mc 9,2-8 par.), el uso del verbo "conservar", en conexión con Moisés y Elías, alude a un pasaje del libro del Éxodo, donde se describe cómo Moisés entraba en la Tienda del Encuentro para recibir instrucciones de Dios (Éx 34,34s LXX: "Cuando Moisés acudía al Señor para hablar con él, se quitaba el velo hasta la salida. Cuando salía comunicaba a los israelitas lo que le había mandado... Moisés se volvía a echar el velo por la cara hasta que volvía a conversar con Dios"). "Conversar con Dios" significaba, por tanto, para Moisés recibir instrucciones o mandatos de Dios. De nuevo, Marcos atribuye a Jesús una función divina. Ahora es todo el AT, la Ley y los Profetas, representados, respectivamente, por Moisés y Elías, el que recibe instrucciones de Jesús.

B) EN JUAN.

En el Evangelio de Juan, el inválido de la piscina llevaba "treinta y ocho años" en su enfermedad (Jn 5,5). Esta cifra alude a Dt 2,14-16, donde se señala la duración del camino de los israelitas que salieron de Egipto y murieron sin llegar a la tierra prometida. Para designar el tiempo pasado en el desierto se usaba ordinariamente el número cuarenta (Nm 32,13; Jos 5,6; Sal 95,10); el uso en Jn del número treinta y ocho, aludiendo a ese texto del Deuteronomio, significaba la condición desesperada del pueblo representado por el inválido, pueblo abocado a la muerte, sin esperanza humana de salir de su situación.

En Jn 6,1 se dice que "Jesús se fue al otro lado del mar" (el lago de Galilea o de Tiberíades), clara alusión al éxodo en el que Moisés y los israelitas habían pasado al Mar Rojo para salir de la esclavitud de Egipto. En Jn 10,40 se dice: "Se fue esta vez al otro lado del Jordán": es la segunda etapa de su éxodo, el paso del Jordán, que alude al de Josué con el pueblo para entar en la tierra prometida (Jos 3-4). Quiere decir que, después del rechazo definitivo de la institución judía a él y a los suyos (Jn 9,34b), Jesús sitúa su comunidad, nueva tierra prometida, fuera del país judío.

En el episodio de los panes (Jn 6,1-15), Juan especifica que los panes eran "de cebada" (6,9: "cinco panes de cebada y dos peces") y, además, repite el dato innecesariamente (6,13: "llenaron doce cestos con trozos de los cinco panes de cebada"), indicando su importancia. Hay una evidente alusión a 2 Re 4,42-44, donde se cuenta que el profeta Eliseo dio de comer a cien personas con veinte panes de cebada (los panes eran pequeños, se calculaba que una persona necesitaba cino para comer). Ante el hecho de que Jesús alimenta a cinco mil personas con cinco panes, la gente deduce que es "el Profeta que tenía que venir al mundo" (Jn 6,14).

Como puede apreciarse, identificar las alusiones al AT contenidas en los textos evangélicos sirve de apoyo y a menudo es indispensable para penetrar el contenido teológico de las perícopas.

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